Estoy escribiendo porque no me puedo poner a estudiar. Estoy todavía dormida y escribo para plasmar algo neurótico. Hoy quisiera vaciarme en palabras y rehacerme en letras, cruzar el portón de rejas negras, salir de la panza de mi madre y entrar en tu mundo sin la necesidad de que tengas que convencerme todos los días. Sí, todo eso quiero.
Estoy ansiosamente confundida, nadie se da cuenta de lo que me pasa. Me están atribuyendo gustos que ya no tengo y miedos que ya he superado. Últimamente no me están viendo como lo que siento que soy. Ni lo que ya soy. Sé que no puedo decirle al viento que se detenga, formo parte del viento, no puedo detenerme.
Estoy pidiendo que no me cuiden así, que no me esperen todo el tiempo, que no me sobrecarguen de cariño, que no me llamen a cada hora para saber como estoy o donde estoy. Quiero que no sientan que tienen o deben sostener mi vida. Y pido todo esto porque pedir menos no quiere decir que me lo saquen todo o no agradecerlo apropiadamente, sino que quiere decir vivir con todo esto y más pero cada uno ocupando el lugar en el que esta ahora, hoy. Y no por lo pasado ni por el ayer. Se entiende?
Igual no sé a qué me resisto tanto.
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