miércoles, junio 24, 2009

Excavación de mí.

Tienen que soportar a este pequeño desecho melancólico. Mi forma bruscamente honesta, el vacío de mis arterias detrás de expresiones acrílicas. Tengo que soportarme porque ya no sé dónde ir.
No puedo dejar de ver el precipicio y saltar ni puedo dejar de seguir a personas fóbicas a una intimidad que suele salvarme, claro que, cuando existe realmente.
Estuve tratando de sacarme de encima fantasías ajenas. Nadie recibe nada, porque nadie entrega nada. Todos son ojos que apuñalan, todos son invisibles parados frente a mí. Solo voy contra el día de ayer. Solo estoy esperando el futuro pero sin saber si me quedare en el o correré hacia un futuro nuevo.
Menos mal que empezó el invierno, menos mal que estos pocos grados me protegen y me inflan los pulmones con su aire frío. Soy un desvío, una consumidora de tafirol, de té verde y nada de lo que piensan que soy. Eso siento, hoy, por lo menos. Carezco de poder encontrar la paz que otros esperan de mí. En fin menos mal que es invierno, menos mal.

sábado, junio 13, 2009

Una circulación diferente.

Me reencontré con viejos amigos y una amiga trastornada de ausencia. Feisbuk me arrastro, reconoció. Y fui con mi presencia ahuyentando los perros. Fue natural,con cosas del tiempo algunos minutos con una extrema quietud emocional que me dejaba en suspenso cualquier sentencia. Hacia ellos y hacia mí.
Por otra parte un tiempo fue apuñalado por la espalda. Mi cerebro tuvo días de hacerse trizas, en realidad estuvo haciéndose trizas, contra pensamientos lujuriosos.
A veces solo soy un personaje de un comic pasado de moda. A veces me gusta esa sensación de irrealidad aunque no sé como describir mi vida actual. Tengo evidencia de haber contestado con una estúpida frase a una pregunta dudosa pero certera y desde esa respuesta el orden de las cosas fue confuso.
Busco constantemente una manera humana, sin decir el drama que oscila encontrar una manera, coherentemente humana, para seguir.
En fin sigo entre sentimientos comunes, dialécticas irrompibles y casi perfectas, existiendo.

sábado, junio 06, 2009

Aire que rompe los pulmones.

Soporte material. Retener mi propia sangre. Deslizarme. Puro narcisismo capaz de soportar el deseo. Hablo, observo, a veces quiero sin admitirlo ni confirmármelo, eso sí, observo mucho. No retrocedo solo quiero observar como se preparan, como gastan tiempo, algunos pocos, en que se los tomen en cuenta. Pero observo sin querer algo, no por falta de ganas, sino que tener sexo con un hombre. Un HOMBRE, en estos tiempos me parece una tarea difícil. Tener sexo y, después, aún, tener una conversación. A veces eso, solo es pedir demasiado. A veces entre oportunidades diferentes, no sé qué hacer. Nudo angustiado y un pasado que no existe.
No estoy hablando de la falta de hombres ni bla bla. Solo que las cosas pueden ser modificadas sin que eso mezcle un género ni condición ni el típico deseo por alguien más. Sino que hablo del amor, todos tenemos las herramientas, por así decirlo, para tener sexo. Pero para amar? No sé no debería estar mezclando amor y sexo. Ni hablar de amor sin el ni viceversa. Pero si ni siquiera estoy pensando en separarlos para que lo estoy escribiendo.
Enredarme una típica costumbre. Por qué mi mamá no me dijo que crecer y asumirme como adulta dolía, incomoda, y rompe tan soberanamente las pelotas tener que actuar, en algunas circunstancias, bajo la mirada de los demás sobre lo que uno ya es y no deja que se vea. No dejo que se vea o simplemente no lo soy. Creo que soy pero soy tan yo que a veces ando enfurecida vaciando mi ser en palabras que otros escuchan a medias. Otros? Por qué siempre digo otros y no acuso a uno.

lunes, junio 01, 2009

Una caricatura que ama el frío.

Vengo de escenas sin intérpretes. De abrazos que no abrazan, de tropezones y lagrimas. De dilemas, todo vértigo en una historia, otros padres para concluir que todo es absolutamente inútil.
Estuve en una circulación diferente, aceptando amor, pero todo no es tan fácil como parece. Algo perfora lo que siento y me lleva a ser un animal despiadado. Otra vez, queriendo herir.
Por otro lado todo queda afuera dejando que mi ser reaccione derrumbándose ante tanta catástrofe y termina tapándose los ojos o metiéndose debajo de la cama. Arcadas apuntando. Objetos inútiles. Pienso que termina. Extraviada en mí y perdida en un mundo. Duele la tensión. Padezco una estupidez exagerada.
Intencionalmente estática. Y eso obstruye sin darme un mínimo paracaídas pero, aún así, no me deja arrastrarme sin fe ni por esos lugares donde todo esta destruido.
Por andar teniendo deseos, trillados, conseguí que mi cuerpo sea esparcido en trozos por una calle de tierra en donde se escucha el ladrido de un perro y la risa de una vieja frente al televisor. Auch.