martes, septiembre 26, 2006

Feliz cumpleaños Agustina...

Primer Añito de Ella...

Ella ilumina todo con sus medias palabras, con su risa. Es todo y más en mí.
Ella juega, rompe y vuelve a jugar con esos juguetes que le había comprado cuando todavía no sabia jugar. Canta y mueve la cabeza al escuchar la música, esa que tanto me gusta a mí y ahora la disfrutamos juntas. Ella que dio sus primeros pasitos haciéndome sentir una emoción gigante y sin explicaron alguna, y que ahora camina por donde quiere y cuando quiere.
Ella que ahora no acepta y protesta frente a tantos mimos, besos y abrazos que le doy cuando la dejo de ver por cinco minutos. Ella que crece tan rápido como el anuncio de una tormenta, pero deja tanto. Deja mil huellas en ese crecimiento y aún hoy, sigo sin verla parecida a nadie. Para mi es Ella, es única siendo Ella. Sigue llenándome de palabras de felicidad para ella y por ella. Les dije que soy feliz siendo Tía y queriéndola tanto?

lunes, septiembre 25, 2006

El sábado fui necia...

A veces siento que todo vale la pena. Y me parece bien que de tanto en tanto el amor o alguien corten, un poco y solo un poco, mis alas.
Todo va mejorando, pero no lo puedo demostrar, todavía. Tengo la vista nublada de un llanto que no me animo. ¿Cuánto tiempo ha de pasar, todavía? Tendrán todos los sentimientos esta insensatez?
Hoy falta todo lo que siempre sobra…

viernes, septiembre 22, 2006

Por fin llovio!!!!!!!!!!

Llueve, sí, y estuve caminando hacia la Av. colon y los hombrecitos de traje corrían. Y había un chico preocupado por su moto. Quién sabe lo que nos preocupa? Los relámpagos están haciendo trizas a ese reloj, las agujas se resisten. Será una libertad estática o un acelerado encadenamiento?
Llueve intensamente. Me justifico diciendo que la lluvia no me deja volver, mucha agua, qué sé yo. Si hubiera seguido en el ciento cincuenta y dos sin bajarme tal vez no te veía. Y me hubiera evitado tantas cosas. Tantas…
Ahora estoy en esta búsqueda constante. Buscándome. Buscando volver a sentirme yo, a volver a sentirme feliz, aunque siempre crea que la felicidad se forme de minutos. Pero sé que esto se terminará. Porque ya insulte tu calle, a mi barrio a la madrugada, esa música, esas escaleras, esa plaza a la noche, esos libros señalados, esas miradas, esas manos, ese cuerpo y a ese amor. Ya me perdí en la lluvia, ya me empape de ella. Ahora me vuelvo a casa y basta. Ya llore, me queje y lamente bastante. Ayer, hoy, lo mismo. No! Ya no. Prefiero seguir. Estos días estuve durmiendo al lado de mi mamá. Ella con su olor suave, hace que todo duela menos. Ella rompe cualquier burbuja y me vuelve real. Mientras elijo seguir.

miércoles, septiembre 20, 2006

Palabras mías y ajenas.

Palabras...

Se espera que la lluvia pase. Se espera que los vientos lleguen. Se espera. Se dice. Por amor al silencio se dicen miserables palabras. Un decir forzoso, forzado, un decir sin salida posible, por amor al silencio, por amor al lenguaje de los cuerpos. Yo hablaba. En mí el lenguaje es siempre un pretexto para el silencio. Es mi manera de expresar mi fatiga inexpresable.

Otros textos de Alejandra Pizarnik Fragmento, en La Gaceta, Tucumán, 22/07/1965

miércoles, septiembre 13, 2006

Se acaba...

No sé
No lo sé.
No sé nada...
Él y yo somos como el retorno, permanente, del tiempo.

Pero voy a dejar de romper las pelotas con el amor. Con esa tranquilidad que busco en el, con esa melodía y las putas mariposas.
Voy a dejarme de romper la cabeza pensando que todo puede ser diferente y que podemos ser más que esto. No seamos nada… Y a mi romanticismo incurable, como dijo Kill Bill, que tengo. Lo mando bien a la mierda, me mando bien a la mierda…
Ya basta de lágrimas, de miradas tristes y de noches sin dormir. Me canse, me cansaste y el amor que se vaya si se le da la gana. Ya no puedo hacer nada, ya no quiero hacer nada. Ándate de una vez. Pero ándate sin promesas, sin decir que depende todo de mí, sin cafés ni sexo.
Y sí definitivamente es una mierda lo que escribo cuando estoy rodeada de enojos, broncas y tristezas, y aun así me importa poco. Quiero borrar todo, quiero desaparecer todas las palabras dichas y escritas, los besos prometidos y los dados. Quiero que desaparezca todo, quiero que vos desaparezcas con esa mirada que tanto me gusta, con esas noches de dormir juntos y yo sin soñar que me caigo en un pozo, que desaparezcan tu olor y tus caricias de mi piel. Necesito que todo desaparezca de una puta vez…

viernes, septiembre 08, 2006

Quédate!

Acá estoy escribiéndote, otra vez, pidiéndote que te quedes. Gritando que no te muevas, que no te vayas, que no nos dejes, que no me olvides. Acá estoy pidiendo que me salves, cuides, alegres y sonrías. Y sin acordarte que soy la que no se atrevió a decir nada. Quédate vos que sos mi triste decorado, un grito, una frase, fechas y nombres.
Tan desesperado…
Quédate que te siento, todavía. Tan vivo, tan hermoso, tan frágil, tan sueño, tan lluvia, tan noche, tan empalagoso, obsceno, triste, absurdo, mojado, y sobre todo tan mío.
Pero no me mires, no me escuches y fingí que no me ves. Cuando reniego de vos, de sentirte y padecerte. Y cuando sonrío mientras sufro atrozmente, no me dejes. Pero aún así, con mis entrañas en las manos, necesitándote dolientemente. Te pido que te quedes, todavía, te siento nuevo, cambiado, empecinado, seguro, íntegro y tan de insomnio, tan delirio, tan borracho, y tan dentro mío… Que digo quédate! y tranquilamente serás en mí. Serás, te aseguro que ya sos.
No jugare con vos, otra vez. Nunca más pasarás calmo, volaras y serás libre.
Quédate inmovilizado, instalado o estancado en mí o adquirí una forma. Pero amor quédate…

domingo, septiembre 03, 2006

Vengo transparente...

Hay algo que me pasa que no entiendo, un ruido fugaz, un alboroto interior, un algo mucho más que mis palabras. Sintiéndome así, un ser suspendido entre signos de puntuación, esos signos que casi nunca me acompañan.
Y todos duermen, la noche avanza, confirmándome que todos los murmullos que escucho son producidos por mi propio ser.
No sé hacia donde ir, tampoco se si puedo ir hacia vos. No sé si hay caminos ni se si tus brazos me esperan. Pero huiría, me iría lejos, para pensar que debería extrañarte y, entonces, te extrañaría y te escribiría una palabra más, mil palabras más.
No sé si los deseos se cumplen, aunque no los pida tres veces. No sé si solo deseando, hombre nube, podré traerte a mi lado. Y besarte.
Tampoco se donde esta la que no era así, la que era segura, la que no necesitaba confirmaciones y era feliz con miradas. Hoy no se donde estoy…