martes, enero 30, 2007
Falta una semana.
Agudos almanaques enloquecidos se están acercando. También las agujas del reloj están girando y girando hacia mí, casi llegan aplastarme. Quiero ocultarme y solo recibir los besos, las palabras y los buenos gestos pero todo eso parece imposible. Igual me oculto, quiero evitar que me encuentre, más que nada que ellos me encuentren. Números malditos, números que provocan quejas innecesarias y hasta injustificadas para otros. Pero que en mi los siento caer como piedras. Me incomodan y me hacen desear estancarme.
Y ya no falta nada, ya esta llegando. Más que nada ellos están llegando. Caray!!!!!
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