miércoles, febrero 18, 2009

Y no, no soporto el verano.

Hablo.
Será que nunca es un comienzo y siempre va para el final? No soporto el verano, eso es cierto. A veces cuando A. me habla a través del monitor. ( Entre nosotros hay muchos kilometros) quisiera que el tiempo no me deje ser la lluvia y otro el sol que no solo puedo conectarme con otros por una antítesis tan molestamente directa.
No sé todo paso tan rápido, pasa tan rápido. Dónde estuve antes? Donde estuvieron antes? Cómo llegue acá, a este último paso, a estar eligiendo remera, si si como cuando la secundaria se terminaba y se necesitaba gritarle a los demás: mira soy egresada. Y sí, me siento de otros tiempos al igual que cuando voy a un boliche y vienen esos chicos con sus peinados de horas y al escucharlos tres palabras me dan ganas de salir corriendo.
Pienso que no estoy siendo ni el cuarto de lo que creí que seria al llegar a acá, a lo que busque, planee y viví. No estoy siendo nada de todo lo que pensé que sería al recibir ese bendito papel de mano de esa adorable persona que elegí que me lo diera. Aunque haya pasado, casi, por ese proceso de maduración que se supone que uno debe pasar. Sigo siendo la mima tontolina que habita una burbuja romanticona.
Y no, no soporto el verano ni las pecas que me salieron a causa de todo el sol que en mis vacaciones, y ahora por propio descuido, me estuvo rozando la piel.
Pero pienso que viene Radiohead mientras estoy haciendo algunos collages con viejas revistas de arte al día, esas que una persona siempre me traía cada comienzo de mes y que ahora solo me quedo la tarjeta de suscripción, con vencimiento en abril del 2009, y su recuerdo de las veces que fuimos a los eventos que ahí subrayábamos.
Pero bueno no, no me gusta el verano. Pero me encanta que la lluvia me sorprenda como el lunes mientras caminaba con mis ojotas rosas, mi pollera negra y esa remera de kitty, que me regalaron para mi cumple, sin poder hacer otra cosa que caminar con mis cosas mojadas y pensar que el cielo me estaba tirando piedras por algo que yo había hecho mal. En fin hoy extraño a mi abuelo. Quisiera que, otra vez, agarre mis cuadernos y luego comente lo que ahí decía como si nada, mientras tomaba mates.
Ya esta, hable.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Hey ya que viniste hasta acá decime algo