martes, noviembre 18, 2008

...Tiempo al tiempo de volver a celebrar...

Tiempo útil que no me sirvió.
Me dieron ese beso que necesitaba, deseaba y pedía pero al segundo y sin que pudiera darme cuenta se extinguió en el sol. Dejo a mis labios oxidándose, mirando todo desde una ventana. Culpo a mis palabras indecibles, al efecto limón producido por mis miedos. A lo que no fue suficiente y a no haber encontrado la forma detrás del reflejo. Aún así, tuve esos besos que me dejaron en movimiento y llena de deseos sexuales casi infantiles. Para luego irse y dejar que mis labios se cubran de telarañas y deseen permanecer escondidos, otra vez.

Tiempo próximo en deuda
Volver el tiempo aunque soy conciente que no se puede. Volver sobre mi inútil intento de explicarme. Sabiendo absolutamente que es imposible saber de mí, como una totalidad, en medio de un tiempo que exige tanto en ilusiones de horas que vendrán y no del pasado. Cuánto tiempo se huye. Cuánto más se puede huir. Qué angustia y no hay caída. Qué desesperanza es no tener quien entienda lo cómodo, lo temeroso, lo sublime, lo banal, lo gracioso y nefasto que casi siempre me reclama. Quién evitara que recaiga intermitentemente sobre lo que nunca dije a pesar que mis palabras se atropellaban entre si, frente a la impotencia que obstruía mi garganta.

Tiempo de incógnitas
Será mi nuevo corte de pelo con su flequillo incluido o no sé qué lo que me lleva a no evitar el impulso de mover los pies e irme antes de que pudiera decir sin desviar la mirada, evitando que nada desaparezca en medio de mi intento? O será esta manera aniñada que tengo y me tortura hasta el paroxismo lo que me lleva a tener estos efectos de amores exagerados sin que nunca, antes, se me haya roto el corazón?

Tiempo inquietante
Voy contra la nada pasivamente sujeta a eso que quiero para mí. Hay cierta culpabilidad insostenible por no insistir pero no se si trata de convencer. Cuando no sé qué decir y no por no saber cómo decirlo me vuelvo ausencia. Me agarro de lo que puedo y sé que soy yo la que me estoy matando, aunque alguien quiera que exista. Esperar que venga un día y otro. Hasta cuando?

Tiempo real, tangible.
Estoy exteriorizando, como si no fuera evidente, deseo lo que desea todo el mundo pero admito que me inquietan mis ambiciones. Todo mi yo esta tan frágilmente accesible cayendo en la búsqueda constante y sin embargo todo tiene un límite. También estoy pensando en el futuro que todavía no sé si será mío pro quiero estar en el. Sé que me estoy esparciendo, viendo desde perspectivas que no conocía desde este nuevo lugar que me estoy empezando a dar. Y quiero que sepan que me estoy sintiendo cómoda.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Hey ya que viniste hasta acá decime algo