Nunca creí que por el simple hecho de escribir y de ser leída me daría la alegría de encontrar personas que valen la pena, palabras que superan sonidos. Y que encontraría personas, grandes personas, para compartir risas, alguna que otra lágrima o un café en medio de una charla. Personas salidas de la pantalla para ser tan reales que me emocionan. Empecé en agosto del 2004 después de ser una lectora anónimo de blogs como “Filosofía barata” O el de “Toro” en su torazo en rodeo ajeno. Empecé sin darme cuenta y acá sigo sin sentir que el tiempo paso y es tanto. Pero sin ser nada. Porque sus palabras, su paso por acá dejan que se siga sumando, que siga sumando mayormente cosas positivas. Gracias, en serio, muchas gracias por sumarle vida a este blog.
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