Yo soy como todos ellos. Me cubrí la cabeza algún tiempo, necesitando escapar, emancipando sentimientos al más alla. Me dejé de lado, entonces me redescubrí.
Con la lluvia incesante, con los rayos y truenos. Con dolor en el cuerpo y con pedazos de hielo.
Con el frío en la cara, con dolor en las muelas. Con espacio de sobra y con ganas exhaustas.
Siempre el mismo final, ante todo la rendición. Nunca encontraremos así la respuesta tan buscada.
Desesperados, intrigados por lo que nos pasa, conseguimos ubicarnos en alguna de esas realidades. En algún sueño ajeno, de esos que he contado, de esos que escuchaste aquí mismo.
Algunos los sueñan despiertos y practican revoluciones. Algunos los sueñan leyendo, y simplemente reflexionan. Otros parecen encontrarlos en los pensamientos nocturnos, en la melancolía y en alcohol. Otros no piensan; otros olvidan.
No pienses que las cosas han cambiado, no creas que es así, sólo un rincón tranquilo. Sólo un espacio nomás.
No pienses que las cosas han cambiado, no creas en la felicidad, o en los hechos fortuitos.
No creas que ayer fue peor, no lo has conocido, nos lo han engañado.
No pienses en tu necesidad de olvidar. O de recordar amnesias.
No pienses que las cosas han cambiado, no pienses que no hay nada más por hacer.
Estrangula los deseos de satisfacción. Convierte las ganas en terror.
Amarga es la cucaharada de la felicidad cuando se busca por la vía más corta.
Sin sentido las cosas parecen tenerlo.
Porque son demasiados caminos, y es imposible elegir bien en todas las instancias.
Es imposible madurar la conciencia al punto de la trascendencia misma del entendimiento sobre los hechos y las circunstancias.
Es imposble madurar, aquellas virtudes e ideales que nos han sido consedidas a algunos pocos.
Sólo podrás entender la situación, cuando logres olvidarte de tí.
Pero esa es una virtud, de algunos pocos.
Y no se presta a la ambigüedad.
-¿Alguna vez pensaste en tu vida como un camino largo y tedioso?
-No.
-Es increíble como nos vemos perseguidos por el deseo de ser alguien importante.
-Supongo que es lo que hay que hacer.
-Y,¿Alguna vez pensaste en la forma en que me mirás? Desconcertado...
-No...¿qué querés decir?
-Quiero decir: no todos estamos preparados para triunfar en esta vida, ¿entendés?, que pensarías si te digo que nunca podrás recibirte de la carrera que querés seguir, o que nunca vas a poder tener hijos. Lo que pasa es que nos han hecho creer que esto es una competencia por ver quién se lleva el premio a la mejor persona y hay gente que nunca sintió dentro suyo el deseo del amor al prógimo o de ayudar ansianos. Hay gente que es egoísta y le gusta satisfacerse a sí misma. Hay ladrones, estafadores, asesinos, golpeadores, garcas, inocentes, incrédulos, traicioneros, y no sé cuántas otras cosas más. Y las habrá siempre, es imposible comportar a toda la gente al ideal de uno, porque con tantos ideales dando vueltas por ahí, uno nunca sabe cuál es el correcto, la propia verdad no es verdad eternamente, es sólo una comprobación. Entonces nosotros nos aferramos a uno de esos ideales y lo defendemos a muerte, llegamos a matar por él. Sino no iríamos a ningún lado. ¿Entendés?
-(Silencio)
-Mirá no hay forma de hacerles comprender a todos que nuestro camino es el correcto. Y para eso existen las revoluciones.
-¿Dónde están las armas?
(risas compartidas)
Este es un escrito de Santiago dense una vuelta y conózcanlo un poco más.
Gracias
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Hey ya que viniste hasta acá decime algo