Mi lado A
Un amor tranquilo,hermoso y en apariencia verdadero,intenta sorprenderme. Pero espero que la insolencia del lenguaje no me encuentre distraída. Que mis pasos decididos amenacen a la idea de esperarte. Y que dejes de jugar a ser mañana mientras soy feliz con tonterías de este mundo.
Y acá estoy callándome para que escribas tus silencios, dejándome tapar por las sombras de mis ojos, mientras espero. Me siento atrapada por un aire que no he respirado, nunca. Por palabras y palabras que prometen encuentros. Me enoja no ser yo, y ser esa que espera nada. Que sabe que no se podrá hacer nada y que no hay nada que reclamar, realmente. O las palabras, tantas palabras pueden recibir un reclamo? O las miradas y esos besos prometidos pueden recibir una queja? No sé, no sé nada…
No dejaré que el pensamiento, como tantas veces, tenga efectos nocivos por la reflexión ni que estallen incertidumbres. Solo me estoy quedando con convicciones de colores calidos, porque detesto que cualquier duda detenga las situaciones de amor que nunca tuvimos. Quién cuidara de tu nada hoy?
Mi lado B
Encuentro escribiendo maneras simultaneas, absurdas y felices. Pero mis ojos que ya no me respetan, decidieron enfermarse y medicarse. Provocando con eso silencio en las teclas. En esas teclas que tanto supieron y saben decir de mí.
Mis ojos me clausuran momentáneamente. Ellos, además de mirarte, me clausuran por una orden médica. Provocando mi ausencia por acá, por allá y por ahí.
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