Besos y lluvia la mejor combinación.

Volví con mis desplantes de niña ofendida y obtuve besos. Él llego con su mirada distante y sus aires de niño malo y obtuvo de más.
Deje mi estado de alerta para que me deje con ese nudo en la garganta. Nudo de lengua. Ese roce, pequeño contacto humano, provocan un conexión electrizante y abrazarlo deseando vivir ahí, declarando amor y confesando deseos hace que todo se desordene y caiga en las mismas manos de siempre como una constante. Sé que no es el mismo amor de esas noches compartidas ni el que consuela en las tardes tristes. Me gusta su piel más mis razonamientos. Me gusta dejarle mi corazón e irme detrás de un beso y una caricia prometida. Todo de nuevo aunque parece imposible volver. Hoy no importa porque tengo los labios rotos y las palabras de siempre.


Demasiado inconcluso demasiado distante. Alejarme de lo que digo me hace pensar que siento menos. Y esto quedo demasiado incluso demasiado rompe-cabezas. Demasiado sin nombres, sin asunto, sin entendimientos ni razonamiento. Esto quedo incompleto.