Los vientos, algo del viento. Miradas. Aunque regrese un atardecer quiero anochecer lejos [de ellos] no sé por qué tiempo de silencio. Amanece y ese grito incomparable con un solo golpe abismal diferencia y rompe mis sentidos, todo se va formando. ¿Por qué estoy detenida?..
Escribo lentamente [contenta] pero más contenida en la plenitud del sol. Quise atarme a las palabras [corrí] pero este silencio me taladra. Y quiero que las palabras corten con su sonido a la tranquilidad indiferente de mi tarde. Y así podrás caer sobre mi [quién?]
Pero caí en el argumento de no ser sombra de angustia, ni padecer un nombre, ni morir. Y así caí entre las palabras como gritos. No quiero guardar silencios, ni huir y tampoco quiero palabras prohibidas, ni quiero hablar de dolor, ni de que no quiero a una cuñada que espera todo servido, ni de enojos, ni de que hable con él, ese que esta en el pasado. Ni que estoy sintiendo que es un espacio ilusorio este en que escribo, ni que estoy viendo que mi vida tiene puntos suspensivos, ni que es una sala de espera llena de palabras, con estadios de libertad, ni que el amor… inadvertido, confuso, hermoso y falsificador de eternos momentos este careciendo de sentido, ni quiero hablar de que cobra ese sentido al instante siguiente, ni que amo a mis viejos, ni de mis celos, ni que la semana que vienen tengo que viajar hasta la Facu y me gusta solo el motivo,ni de que mi hermano me confunde, ni que me esta yendo bien con los tejidos, ni de que extraño, ni de mi miedo a subir a un subte, ni de que estoy estudiando en una escuela de cocina y me encanta, ni de la incomodidad del silencio después de una discusión, ni de que estoy disfrutando de todos en casa, ni de que al segundo creo que es un caos, ni de que ya empecé a comer huevos de pascua, ni de que por fin ordene todos mis CD, ni de que me pregunto donde están…
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