Demasiada realidad.

Acá estoy otra vez agarrandome de lo que puedo como:¡Tantas veces!
Por primera vez una mirada me hizo aterrizar rápidamente. Me hizo sentir aterrada, insegura, una ausencia inesperada, un cuerpo pudriéndose, repentinamente, bajo el sol.
No me dejo ser. Me convirtió en nada, quedaba claro, no era suficiente, entonces, hundirme, cada vez, más profundamente fue lo que hizo. Sonriendo estaba enviándome al vacío, a la miseria de mi yo.
La frialdad de esa mirada, provoco un choque de palabras dentro de mí. Me hizo estallar en mil fragmentos sin dejarme volver al mismo lugar, sin poder nunca más volver al mismo tiempo, aquel tiempo antes de esa mirada.
Más allá de todas, todas, todas esas palabras pronunciadas que no fueron más que una falsa, una venta cobarde, sucia e hiriente actitud hacia mí. En fin más allá de todo eso, de mi terquedad dialéctica y sin saber que hacer, quiero seguir teniendo a las palabras más cerca de la sangre que de las palabras.