Devolví miradas, el cuerpo a ese histérico, las palabras a mi paranoia, al obsesivo y al sordo. Fui metáfora y tedio.Y hasta la medida exacta de la discordancia., me dura ese revuelto en el pecho que su apariencia amortigua. Las visitas solo por esta época del año. Me dura el malestar atropellado. Haber inventado al amor y no que no fuera preciso. Y por acá sigue la musiquita navideña rodeándome. Y sin embargo solo me rodeo de mí.
El resto es efímero, como la vida y sus pequeños aromas inestables. Como mis gritos y esas peleas. Como verte y sentir el pasado golpearme. Tomar otro camino.
Aunque no sé si existen los caminos a tomar. Por que hoy debería extrañar pero no extraño nada. En fin simplemente no hay ningún algodón obstruyendo.
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