miércoles, abril 04, 2007
Aguantándome.
Me hartaron, me harte. Me siento molesta y las palabras están raspando mi garganta.
Se desgarra y la sangre, las palabras rompen todo en mil pedazos y te grito que no me rompas más las pelotas, que no me cansen, que no una nada. Espero que tus oídos escuchen mi explosión, que mi cuerpo ensangrentado te ensucie. Que las palabras despedazadas te toquen, te duelan y te hagan ver que ya me harte, que ya no quiero. Que soy y que te voy a mirar, los voy a mirar, con asco, con enojo y sin tristeza. Los sentimientos se pueden desparramar como quieran, pueden venir con quejas que ya no me interesan, no los quiero. Hoy quiero que no te reconozcas en el espejo, que mi sangre te salpique la cara, que los cortes de mi piel y esa sangre que disparan te hagan ver que tengo la misma sangre que vos. Que siento como cualquier ser humano. Y ya no voy a controlar mis palabras porque no quiero nada atragantado. Ni nada con sabor a impotencia. Cuando me mires me taparé la cara. Por no haber visto lo que ya te fue mostrado. Porque sino buscaré tus ojos para arrancártelos. Por no ver, por no mirarme de manera verdadera No me sostendré en esa base de mentiras, ni voy a caer en el silencio. No me sirven esas ilusiones reiterativas, esas palabras dulces ni esos cuidados. Acepto que duela un poco, quiero que duela. Quiero ahuyentarlos, ahuyentarte y para eso usaré lo asqueroso y me suicidaré delante de sus ojos. Juraré en falso. Seré amarga, seré amiga del ocio y la locura. Los mandaré a la mierda. Mentiré como mienten varios. Evitaré la mirada directa, las palabras amables y también me olvidaré de los saludos cordiales. Les diré que me importa una mierda su puntualidad, su dolor o sus chistes. Seré el agua podrida, seré contaminación constante.
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