martes, abril 24, 2007

Entre el desorden.


Afán de besarte y besar la longitud de la tarde. Tratando de que las piezas encajen, se unan o sean semejantes. Todavía no paso nada. Pero intento. Lo intento. Me invento.
Tus palabras, tu ser, tu carne y mi propia carne. Y no sé si esta calma aparente es la nebulosa, por decirlo así, de lo que comienza de nuevo. De lo que podemos decir mañana. Las próximas horas serán vitales.

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